En esta guía, estudiaremos hombres y mujeres de gran fe. Eran personas con defectos significativos en su carácter y a menudo cometían grandes errores en sus vidas, pero todos exhibían una gran fe. Eran hombres y mujeres ordinarios, pero tenían confianza en un Dios extraordinario. Defectuosos y falibles, pero llenos de fe. Deje que sus vidas le inspiren y le provoquen tener una gran fe durante este tiempo de oración, ayuno y consagración.
Cada día también presenta confesiones de fe adaptadas de la Palabra de Dios. Las Escrituras constantemente señalan la fuerte conexión entre nuestra fe y las palabras de nuestra boca. Cuando los discípulos le pidieron a Jesús que aumentara su fe, él les dijo: “Si tienen fe. . . puedes decir” . . . (Lucas 17: 5-6, NVI). El autor de Hebreos instó a los santos a soportar tiempos difíciles al aferrarse a la confesión de su fe (Hebreos 4:14). Pablo dijo que el mismo espíritu de fe estaba conectado a las palabras de nuestra boca.
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